Abordaje de Electroterapia

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La Electroterapia consiste en la aplicación de distintas fuentes de energía electromagnética para producir en el organismo reacciones biológicas y fisiológicas, favoreciendo la recuperación celular de los tejidos alterados (Rodríguez, 2014).

Todos los tejidos son eléctricamente activos en una situación fisiológica normal, y tras una lesión, se modifica su capacidad eléctrica y se limita su capacidad de recuperación. Muchos autores consideran la actividad bioeléctrica de los tejidos como un camino terapéutico a través del cual estimular la curación, especialmente cuando está inhibida clínicamente la reparación de tejidos (Watson, 2009).

La Electroterapia actúa sobre el sistema bioeléctrico, mediante diferentes modalidades demostrando efectos en los diferentes procesos fisiológicos (inflamación, fases aguda, subaguda, de proliferación y de remodelación), compartiendo resultados en los procesos de rehabilitación mediante ejercicios y terapia manual (Watson, 2009). Leer más sobre las Características Eléctricas de los Tejidos Biológicos.

La polarización y despolarización de las membranas celulares permite el correcto funcionamiento de nuestro organismo. La aplicación de técnicas de electroterapia permite actuar directamente a nivel celular y actuar sobre procesos fisiológicos esenciales. La intervención sobre el potencial de membrana y sobre los procesos químicos celulares para el intercambio de nutrientes y oxigenación, permite optimizar los procesos de restauración de los tejidos y de su función, que de otro modo serían difíciles de lograr (Banacloy, E. y Barrios, F., 2016).

Una mención muy especial dentro de los Agentes Electrofísicos requiere la Terapia Vascular Física (TVF). La TVF se utiliza hoy en campos muy diversos, estimulando la mejora de la microcirculación (vasos sanguíneos más pequeños) con efectos positivos en muchos aspectos de la salud. (Bemer Internacional AG, 2020).

Las diferentes modalidades de Electroterapia pueden tener éxito siempre y cuando ejerzan su influencia a nivel celular. La electroterapia ofrece un poderoso abordaje tanto para el dolor como para la patología, actúa sobre los procesos en los lugares precisos, sobre las reacciones químicas y las vías aferentes sensitivas que transmiten el dolor (Banacloy, E. y Barrios, F., 2016).

De forma general podemos decir que los Agentes Electrofísicos empleados en los procedimientos de electroterapia clínica:

  • aportan energía que modifica los procesos desde un nivel molecular y celular, logrando reacciones biológicas como respuesta;
  • constituyen un apoyo general a los mecanismos fisiológicos de adaptación, reparación y defensa del organismo;
  • un mismo agente físico puede influir por diferentes vías, sobre un determinado proceso biológico y fisiológico;
  • la acción biológica puede no ser inmediata y requerir un tiempo mínimo para que aparezcan los efectos terapéuticos; y,
  • al inicio del tratamiento pueden aparecer molestias o incrementarse los síntomas del proceso patológico (Albornoz, Maya y Toledo, 2016). 
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